Del tamaño de un zorzal, pero con vivos colores, cabeza y dorso azul brillante, pecho, vientre y cola naranja y alas marrones apagadas con mancha blanca en la espalda entre las alas. Lo encontramos en pedreras elevadas, a bastante altura, donde anida en cualquier grieta u oquedad elaborando un curioso nido tapizado con hierbas y musgo. Sus presas van desde pequeños gusanos hasta salamanquesas, que captura entre las rocas. Sólo está presente durante la primavera y el verano.