Algo menor que la garza real, de cuello más fino, largo y rayado, lo cual le otorga un perfecto camuflaje entre carrizos y cañaverales que sólo la hacen detectable por el movimiento. Necesita orillas con mucha vegetación donde pesca sin dificultad peces de pequeño a mediano tamaño. Anida en las Vegas del Guadiana y en Arrocampo, durante el otoño y el invierno emigra.