Ofrece al visitante el primer contacto con este espacio protegido gracias a las exposiciones sobre la geología, la flora, la fauna y la ocupación humana en Los Barruecos. A través de un monitor se puede seguir en directo la vida de las cigüeñas en sus nidos o adentrarse en una recreación de un abrigo rocoso con pinturas esquemáticas. Se rodea el edificio por un jardín botánico con especies autóctonas y, en el mismo recinto, sobre la presa de la Charca del Molinillo, se abre al público el Centro de Interpretación del Agua, un antiguo molino en el que se puede ver su maquinaria restaurada.